14.5.10

NOTA EXCLUSIVA A LOS HERMANOS



Hermanos y Taekwondistas: Sebastián y Mauro (I)

(fuente: WWW.SOLOTKD.COM)


Para un deportista, sea del deporte que sea, hay factores que inciden en su desarrollo, en su crecimiento como competidor, en su evolución. El taekwondo requiere, además de mucho esfuerzo, de una constante revisión de los métodos de entrenamiento y el rodaje y el intercambio se fragua fundamental para avanzar.

Dos jóvenes Correntinos son, hoy por hoy, vanguardia del taekwondo argentino. Surgidos de la lejanía, demuestran día a día, que ¡SÍ SE PUEDE! Que los medios no lo son todo para tener un renombre en Taekwondo.

Sin duda, se merecen todo nuestro respeto. Sebastián y Mauro Crismanich poseen un palmarés digno de admiración y, a buen seguro, seguirá creciendo.

- ¿En qué año empezásteis a entrenar y por qué?

Mauro: Empecé a los diez años, la verdad que me encantaban las películas de artes marciales y era seguidor de Bruce Lee. Entonces, un día, mi padre me comentó que había visto en un gimnasio que había taekwondo y, bueno, a la semana ya estaba inscrito y desde ese momento nunca más lo dejé.

Sebastián: Comencé a entrenar a los 7 años, en realidad por seguir a mi hermano, ya que a él le gustaban las artes marciales y yo quería pasar tiempo junto a él. Yo no era muy amante de tirar patadas ni de combatir, así que, con el tiempo, lo fui transformando en un juego.

- Para muchos dentro y fuera de Argentina, y quizás es lo habitual en muchos países latinos, pegar patadas y que no sea a un balón, es raro. ¿Qué os llevó a la competición de Taekwondo?

Mauro: Sí, eso es verdad. Paralelamente al taekwondo también habíamos empezado fútbol con mi hermano, pero bueno yo me di cuenta al poco tiempo que era muy malo como futbolista y que no tenía ningún interés por ello. Definitivamente, seguí con el taekwondo que me hacía sentir cada vez mejor.

Al mes de comenzar a practicar viajamos a otra provincia y fuimos a competir a un torneo de artes marciales. No nos fue muy bien ahí, pero ese día nos sentamos junto a mi padre y decidimos formar un equipo entre los tres. Nosotros entrenábamos y él nos ayudaba en todo para que fuéramos buenos competidores y alguna vez llegáramos a estar en la selección nacional. Es hasta el día de hoy, que seguimos mas unidos que nunca, y si no fuera por él no estaríamos donde estamos hoy, al igual que mi madre, que también nos apoyaba en todo y nos hacía las comidas dietéticas para dar bien el peso.

Sebastián: A la edad de 6 años había comenzado a entrenar futbol 5 en una escuelita. Un tiempo después llevé paralelamente las prácticas de este deporte con la de taekwondo. Mi papá practicó de joven mucho tiempo artes marciales y siempre fue muy fanático de ellas. Entonces comenzó a ayudarnos a entrenar, ya sea llevándonos a tomar clases de los mejores entrenadores que el conocía en nuestra ciudad, como llevarnos a entrenar por su cuenta con lo poco o mucho que podía saber para ese entonces sobre este deporte, o para el nivel que teníamos al comenzar. También recuerdo que compraba revistas de artes marciales para informarse de competencias y llevarnos a buscar experiencia, ya que en mi lugar de origen no había muchas y las pocas no eran de mucho nivel. Por mi parte, me gustaba viajar y conocer lugares, y ese fue mi incentivo para entrenar duro y preferir tirar patadas de taekwondo que de fútbol.


- Panamericanos, Juegos Olímpicos, Mundiales, ¿Hasta dónde soñábais llegar cuando empezábais en la competición?

Mauro: Mi sueño siempre fue llegar a un mundial y lograr la primera medalla del mundo masculina para mi país. Nunca desistí de ese sueño.

Sebastián: Después de mis dos primeras competencias, las cuales había perdido contundentemente, mi papá nos pregunto a mi hermano y a mí si queríamos llegar a ser campeones nacionales, nos dijo que si le respondíamos que si, el nos iba a ayudar y que nosotros debíamos dar lo mejor de nosotros para poder lograrlo. Al principio, sin mucha convicción de lo que habíamos respondido, pensábamos en lograr ese objetivo, lo cual con el transcurso del tiempo empezamos a notar que se podía eso y mucho más. Particularmente yo, desde los 14 ó 15 años que tengo un sueño u objetivo por el cual, cada día al despertar, voy a entrenar con muchas ganas para que se me haga realidad, y ese es el podio olímpico, en el cual me he soñado, estando dormido, con la de oro.

- Cuando empezásteis a subir de nivel, ¿os limitó ser Correntinos?

Mauro: Siempre costó mucho el hecho de ser correntinos, porque vivimos a mil kilómetros de la capital, y todos los campeonatos y concentraciones se realizaban en Buenos Aires. Había que invertir mucho dinero para viajar y para mantenerse en competencia.

Sebastián: Ser Correntinos y llevar la sangre que llevamos fue un aporte más para haber llegado donde llegamos, pero para el nivel de entrenamiento que necesitábamos debimos mudarnos a la ciudad de Córdoba, donde actualmente vivimos. Por suerte, siempre contamos con el apoyo de nuestra familia.

- ¿Cuál fue el primer campeonato que ganásteis que os dejó grabado a fuego vuestra pasión por la competición?

Mauro: La medalla del mundial de Dinamarca, marco un antes y un después en mi carrera deportiva, todos los recuerdos pasaban fugazmente en ese momento.

Sebastián: El tercer evento en el que competí fue la primera vez que logre ganar algún combate, y esa termine saliendo campeón, eso me dio convicción para darme cuenta de que podía ser aun mucho mejor. 9 años después, al ganar el panamericano juvenil pensé que era un atleta que podía aspirar a estar en un nivel mundial, que podía pararme y pelear de igual a igual con el resto del mundo. Así es que le segui dedicando a este deporte la misma pasión de siempre.

- Y ahora una curiosidad, ¿habéis arbitrado, puntuando o de árbitro central, algún campeonato oficial?

Mauro: Sí, en campeonatos locales me han pedido colaboración como árbitro y, bueno, la verdad que también es entretenido.

Sebastián: Sí, sólo en torneos locales.

- ¿Ha habido algún factor que os haya puesto a un paso de dejar el taekwondo?

Mauro: La política deportiva siempre fue el obstáculo más grande a superar, la falta de apoyo. Todo lo tenemos que conseguir nosotros, no es como en otros lugares donde el competidor sólo se dedica a competir. Aquí tenés que buscarte tus propios medios si quieres viajar y competir internacionalmente. De hecho, ahora estamos buscando los fondos económicos para viajar al Mundial Universitario en Vigo. Ojalá podamos ir porque estamos entrenando duro para eso.